Reflexiones

"EL CERVANTISTA SOLITARIO"

6 de noviembre, 2025

                                                                                   Eduardo Aguirre Romero

En el cervantismo hay nombres míticos, uno de ellos es -Indiscutiblemente- don Luis Astrana Marín (1889-1959), fundador de la Sociedad Cervantina, y autor de una magna e influyente biografía de Cervantes en siete volúmenes, que se publicaron de 1947 a 1958.  A don Luis la crítica académica de su tiempo  le reprochaba junto a los méritos incuestionables un caos metodológico, además de que contuviera prolijas informaciones que poco o nada tenían que ver con Cervantes; él, como todos quisque, llevaba muy mal las críticas, y se vengó incluyendo en el último volumen un faltoso versicular Epílogo Galeato, según Emilio Sola “uno de los textos más virulentos que uno puede recordar del hispanismo literario". Debió de ser de armas verbales tomar.  Pero lo suyo no fue una mala vejez, pues venía de muy atrás. Ya en 1918, publicó El libro de los plagios. Las profanaciones literarias, que he leído en su edición facsímil; en sus páginas despelleja con brutal crueldad las ediciones que hizo Rodríguez Marín del Quijote; dejá en pullazos angelicales el mordaz intercambio entre Pérez Reverte y Rico, por citar un ejemplo de rifirrafe en nuestro tiempo, incluso los que se lanzaron Claudio Sánchez Albornoz y Américo Castro, a cuenta de los orígenes de España.  Astrana llama a Rodríguez Marín;  zoilo cervantino, profanador, plagiador, ignorante, pedante, ladrón…  Es un libro sin un atisbo de piedad, que acumula -lo suyo debió de ser la acumulación- los aciertos detectivescos con los exabruptos. Su vehemencia faltosa, incluso en lo mucho que pudiera tener razón, revela -tenía 30 años entonces- un desagradable quítate tú para ponerme yo, un resentimiento hacia el academicismo oficial, como también había ocurrido antes con el leonés Antonio Valbuena y sus constantes ataques contra el diccionario de la Academia.

Sea como sea, con sus defectos personales y metodológicos, ahí sigue su “Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes” (Reus), para ejemplo de cervantistas y de biógrafos. Un esfuerzo épico de documetación, que solo tiene hoy paragón en Sliwa. En fin, incluso su título ha sido y sigue siendo objeto de discrepancias. A mí me gusta.

Quiero recomendar aquí un libro y un artículo, precisamente porque pertenecen a un registro crítico en las antípodas del suyo: a la mejor escuela de la elegancia crítica. El primero de ellos es Luis Astrana Marín. Fundador de la Sociedad Cervantina. (Atalaya 2006), de José Montero Padilla y José Montero Reguera, padre e hijo. Los Montero nos explican las luces y las sombras del personaje... pero lo salvan. Ojalá todos los grandes nombres del cervantismo contasen con un libro así.

En una línea muy similar, de calidad filológica y de humanidad, el excelente artículo de Alicia Villar Lecumberri sobre El libro de los plagios, y que la prestigiosa cervantista publicó 2023, en el número 10 de Terra Fari, Revista Cultural de la Tierra de Haro. Como en el libro de los Montero, estamos ante un análisis ecuánime, justo con sus méritos y conciliador con sus vehemencias. ,

Con sus defectos -¿quién no los tiene?  Astrana ha dejado al cervantismo una catedral de datos y de documentos. Y el subtítulo de la obra de los Montero me parece de gran belleza y precisión Los trabajos y los días de un cervantista solitario.

¿Y cómo no sentir afectuosa simpatía por un cervantista solitario? Aunque fuese un cascarrabias, al que más te valía no enfadar?

 

 

           Retrato de Astrana Marín, por Benedito

HUMOR, AMOR Y DOLOR... AÚN

Ya en 2006 había expreado mi convicción: en la vida de Cervantes humor rima con amor y con dolor. ¿Puedo probar con un documento esa triple rima? No, pero nuestro corazón también tiene cartapacios. La entrevista fue realizada con motivo de la publicación de mi Cervantes, enigma del humor (Piediciones), mi primer ensayo cervantino. El titular pertenece a una de las mejores entrevistas que me han hecho; apareció en El Día de León, periódico que dirigió Fernando Aller.  La firma Javier Tascón y su texto cumple con un principio básico, si bien muchas veces incumplido en la profesión, de que el entrevistador se haya leído el libro, y él lo había hecho… y muy bien. Hay otro, este no indispensable pero que ayuda: querer al entrevistado. La fotografía es de Ana Díez y está sacada en el Hotel Quindós, donde durante años tuve una oficina, cedida generosamente por la familia.

Con los años, esa mención a la triple rima -humor, amor y dolor- ha ido apareciendo en todos mis libros sobre Cervantes. Cuando presenté Enigma del Humor en La Feria del Libro de La Bañeza se me acercó al final Ramiro Pinto y me dijo: “Con eso del amor, humor y dolor había momentos que no sabía se hablabas de Cervantes o de ti”. Él es poeta y lo tomé por un halago. Supongo que lo mío es la visión impresionista. En fin, sé que al escribir te describes.

En noviembre, la Asociación de Cervantista hará una presentación online de mi Cervantes y la ternura humorística, ¿les voy a dejar escapar sin decirle que amor rima con humor y con dolor? Ni hablar. En estos días, me encuentro escribiendo un artículo texto sobre ternura humorística, para un monográfico sobre Cervantes, que publicará una revista cultural digital en Madrid…  ¿voy a resistirme a proclamarlo de nuevo?

Amor, humor y dolor son la materia biográfica de Cervantes. Y no necesito documentarlo, pero lo sé.. Nuestra propia vida lo documenta. Mientras publique ensayos sobre él y este blog siga saliendo… supongo que volverás a leerme mi tal proclamación.

 

      SLIWA, QUIJOTE DEL 2025

27-28 de octubre 2025

Krzysztof Sliwa, el gran cervantista estadounidense, de origen polaco, recibirá el 14 de noviembre el nombramiento de Quijote del año 2025, que concede la  Sociedad Cervantina de Esquivias. Con este motivo, ese día impartirá la lección magistral: Esquivias. Precioso y verdadero tesoro de los documentos de Catalina Salazar y Palacios, esposa de Miguel de Cervantes, autor del Quijote”. Sliwa ha publicado este año una importante biografía del alcalaíno, con el escueto título de Vida de Miguel de Cervantes Saavedra (Penguin Random House) , con prólogo de Emilio Maganto.  Su voz de papel vuelve a sonar impregnada de saber y de pasión, de amor por Cervantes y su obra. pero también de amor por nuestro país. Basten como ejemplo, y hay muchos más, las palabras con las que concluye dicha introducción:  "¡Viva el Rey! ¡Viva España! ¡Vivan la Armada y los Ejércitos Españoles!". Me siento muy honrado y agradecido porque haya mencionado en la introducción de su libro, con una larga cita, mi ensayo Cervantes y la ternura humorística. Soy consciente de que el mío sobrevivirá más y mejor gracias a ese fragmento en el suyo. Por mi parte, en el apartado de la bibliografía, agradecí así su magisterio: “Krzystof Sliwa, un autor sin cuya amistad e inspiración mi ensayo hubiese sido muy diferente”.

Con erudición académica y con apasionada humanidad, reclama el regreso a un cervantismo que reconozca al escritor alcalaíno también sus virtudes personales, militares y religiosas-, que él considera relegadas por otros biógrafos. Es innegable que su Cervantes, de 1.183 páginas,  es una contestación a enfoques de otros cervantistas; pero como Sliwa -con elegancia- no especifica quiénes son, no lo haré yo aquí… aunque resulta evidente de quiénes discrepa. 

Con este acto, la Sociedad Cervantina de Esquivias honrará y se honra, pues Sliwa es uno de los grandes cervantistas y ama la  localidad donde Cervantes y Catalina celebraron sus desporios, y vivieron temporadas. Mi felicitación a Sabino de Diego, su presidente.

Como género, la biografía de Cervantes no está agotado. Y no lo afirmo porque sigue habiendo enigmas por resolver o porque continúen apareciendo documentos administrativos sobre su periplo andaluz. Sí,  queda mucho trabajo y mucha reflexión pendiente. En mi opinión, aún nos hemos dado con la respuesta definitiva a cómo y  por qué escribió la obra maestra universal del humor, en la que fue mucho más allá de la risa satírica y burlesca para adentrarnos en la comicidad compasiva. Cuánto por hacer, cuánto ya hecho. Muy merecido Quijote del año 2025.

VIVA LA HIPÓTESIS

A veces, un viejo libro viene en nuestra ayuda y aclara nuestras dudas. En la biografía de Cervantes… ¿solo ha de tener cabida lo documentado y probado? Algo en mi intuición me ha dicho siempre que no, que las hipótesis y las intuiciones también pueden tener valor intelectual, y no solo porque un día pueden verse confirmadas sino porque abren nuestra reflexión a territorios que nos venían en el mapa de siempre. Tampoco mi documento nacional de identidad lo sabe todo sobre mí. Por supuesto, no resto importancia a lo documentado, pilar maestro de toda biografía, pero la historia del cervantismo tiene también un camino paralelo y complementario: el de las hipótesis. Leo con admiración las biografías de Cervantes firmadas por Krzysztof Sliwa, José Manuel Lucía, Jorge García López, Alfredo Alvar… pero también necesito la visión impresionista de quienes se han acercado por otros caminos a la vida y a la obra del alcalaíno. Azorín y Unamuno, por ejemplo. Todo suma, si  contiene oro.  

 El libro que ha llegado en mi ayuda para clarificármelo es En defensa de la crítica, de Guillermo Díaz-Plaja, publicado en 1953 por la editorial Barna. El ensayo incluye varios trabajos, pero aquí me interesa ahora el que da título al volumen., y que recoge el discurso pronunciado ante la Academia Mexicana de la Lengua, el 5 de agosto de 1952. Una defensa de la hipótesis, por concebirla complementaria del método de investigación. Si no tenemos la prueba de nuestras intuiciones actuales acerca de Cervantes, quizá algún día la tengamos o será otro el que llegue a ellas . O, quizá, se diluyan en el tiempo. Pero todos aportan, si hay valía detrás.  Es importante qué se dice, pero también quién. No confudamos la hipótesis con la mera ocurrencia. Américo Castro desarrolló hipótesis; algunas se vieron confirmadas, otras él mismo las rechazaría después. Lo de Benjumea eran desbarres esotéricos. En fin, jerarquicemos.

 Os dejo algunos fragmentos:

“En las Facultades de Filosofía y Letras los trabajos están orientados, en general, hacia una actitud de prudente abstención en cuanto a la alaboración de un pensamiento personal frente a una obra literaria”

“Estamos deshumanizando el saber literario”

EL DERECHO Y EL DEBER DE LA HIPÓTESIS

“(…) DONDE NO LLEGA EL HECHO [documentado] DEBE LLEGAR LA HIPOTESIS”

“ Arremeter contra el concepto intuido ha sido de cierta regocijada mediocridad”. (pa. 18)

 

Muchos de quienes han puesto reparos rotundos a la hipótesis de la homosexualidad de Cervantes, concebida por Amenábar como una hipótesis plausible y juego estético…ni siquiera se han leído el Quijote o una biografía de Cervantes. Personalmente, no creo que lo fuese… pero ¿y qué si no está documentada? ¿Acaso el cervantismo se ha visto empobrecido por película? Todo lo contrario.   Y este librito olvidado de Diaz-Plaja me ha ayudado a reflexionarlo, En efecto, a veces un viejo libro llega en tu ayuda. En el principio, fue la hipótesis. En efecto, todo suma si contiene oro.

CODA: El amor lo es todo. ¿Pura hipotesis? Te puedo mandar un millón o más de documentos.... 

 

CERVANTES Y LA LIBERTAD... DE CREACIÓN

30 de septiembre,2025

                                                                                                     Tony Johannot. Banco de Imágemnes del Quijote, 1605-1915

Cojo prestado el título a Luis Rosales. Hoy seré entrevistados dos veces sobre la sexualidad de Cervantes. Es lo que tiene ser cervantista en provincias. En fin, algo me apetece decir;  o algos, que diría Sancho. Hablaré sobre El Cautivo, de Alejandrro Amenábar, pero también acerca de Cervantes íntimo, el ensayo que ha publicado José Manuel Lucía, quien además ha sido el asesor del filme.  ¿Un director de cine tiene derecho a recrear su hipótesis sobre una relación homosexual de Cervantes con el rey de Argel? Lo tiene, como lo tuvo Unamuno para reescribir el Quijote y para afirmar que Cervantes no había entendido al caballero andante, a quien además considera muy superior a su creador. Libertad. Siempre he creído que el escritor vasco estaba explicando -y explicándose- con humor unamoniano, que solo cabe juzgar por los resultados. ¿ No es una genialidad afirmar que a los españoles solo nos salvará como pueblo salir todos juntos, en peregrinación, a buscar la tumba de don Quijote? Sí, libertad… más resultados.  Ramón J. Sender plasmó con genialidad a una Catalina que se iba metamorfoseando en gallina. Recuerdo haber leído a un filólogo el reproche de que en la película El hombre de La Mancha  Dulcinea fuese interpretada por una de las mujeres más bellas del mudo: Sophia Loren. ¿Y qué? La italiana nos ofreció una interpretación maravillosa. Libertad, con resultados. ¿Nos parece mal que Amenábar muestre une relación homosexual del gran manco de Lepanto pero aceptamos que Antonio Saura ilustre el Quijote y convierta en monstruos expresionistas a cada personajes? Su resultado fue también maravilloso.  El problema para algunos es la homosexualidad en sí misma, no estarían tan indignados si Amenábar nos hubiera contado que Cervantes había dejado embarazadas a todas las hijas del rey, aunque no las tuviese.  Libertad, más resultados.

“El cautivo” no se puede ver como si fuese una serie histórica de la BBC. Otras son sus excelencias, otras sus intenciones, otro sus diálogos con otras obras artísticas. Es legítimo que haya a quienes no les guste la película; no lo es que se la demonice por cuestiones extracinematográficas o extrabiográficas. Los resultados artísticos -y los éticos- son excelentes. Además..,.¿también tienen derecho a indignarse quienes hasta ayer ignoraban que estuvo cinco años preso en Argel?  

Y de todo esto espero hablar hoy martes en dichas dos entrevistas, la primera en Es Radio, a las 12,30 de la mañana, y la segunda, por la tarde, en 9 Televisión, en el programa de Ángeles Zapata, ignoro si será e

en directo o en diferido.

Ah, y el viernes 7 de octubre, moderaré el coloquio, en el Centro de Día II, a las 11,30, organizado por la Gerencia de Servicios Sociales y por la Universidad de la Experiencia.

RECORDANDO A RICOTE

Mosaico de Pilar Garçía Millán.

Junto a uno de muchos mosaicos que en Frigiliana, Málaga, explican la cruenta represión contra los mudejares, que provocó su negativa a renunciar su fe y sus costumbres. Aunque el tema sea complejo, podemos simplificarlo: sin tolerancia, todo termina en guerra y en tragedia.La revuelta provocó brutales enfrentamientos, con miles de muertos por ambos lados. En esta localidad, madres moriscas se arrojaron con su hijos por un peñon, para no ser apresadas. Recorrriendo el pueblo en compañia de James Iffalnd fue inevitable acordarnos del morisco Ricote, uno de los personajes más entrañables del Quijote de 1615, y de su encuentro fortuito y secreto con Sancho, tras la expulsión. No hay consenso entre los especialistas acerca de cuál es el posicionamiento de Cervantes sobre al expulsión de los moriscos, pues obras y personajes admiten distintas interpretaciones. Hay que tener máxima prudencia para no confundir autor y narrador, aunque a veces puedan fundirse. Algunos investigadores creen que participó como soldado en la Guerra de las Alpujarras. En Frigiliana, sus montañas saben Historia y el pueblo sobrecoge con su belleza de cal cristiana y mudejar. En mi biblioteca personal no tengo muchos libros sobre el tema pero selecciono tres: "Moros, morisco y turcos de Cervantes", de Márzquez Villanueva, " Cervantes y la barbería" , de Emilio Sola,  y una de las joyas: "Vida religiosa de los moriscos",  de Julio Longás, publicación de 1915,  a cargo de la Junta de Ampliación de Estudios. Aunqque no me detuve, también me emocionó contemplar el mar que -en Velez Málaga- "devolvió" a Cervantes a su patria, tras su cautiverio en Argel..

12 APOSTILLAS A MI RESEÑA DE "EL CAUTIVO"

                    Domingo 14 de septiembre

1/Te puede gustar la película “El cautivo” y no ser gay.

2/ Puedes ser gay y no gustarte la película de Amenábar.

3/Para hablar con un mínimo de solvencia crítica acerca de cualquier película debes antes haberla visto.

4/Las discrepancias son buenas, porque conllevan reflexiones sobre lo discrepado. Pero no se puede discrepar sobre algo que no has visto y proclamas no tener intención de ver.

5/ Los ataques contra la película no hubiesen sido tan despectivos si Amenábar nos hubiese mostrado a un Cervantes adúltero, que tiene una hija con una mujer casada.  Sin duda, no lo habrían sido. “Son cosas que pasan”, se nos diría con naturalidad.  Gran parte de los ataques -que no de las legítimas discrepancias- contra la película son consecuencia de prejucios sobre la homosexualidad. Triste y preocupante.

6/ ¿Por qué resulta tan ofensivo mostrarnos a Cervantes besándose con un hombre?  ¿Tan inusual sería, en aquel Argel? Más raro me parece a mí mantener que Cervantes fue el autor del apócrifo firmado por Avellaneda. En fin, incluso hay quien afirma que no escribió el Quijote, que fue Vives.

7/Amenábar no mantiene en su película que Cervantes era homosexual,  nos muestra una relación concreta en unas circunstancias  determinadas. ¿Tan raro sería?

8/¿Por qué los indignados más rabiosos no hablan sobre la decisión final de Cervantes en la película? Sencillamente, porque no la han visto.

9/ Opinar y tener criterio no son exactamente lo mismo. Dudo mucho que los “haters”  hayan visto la película, leído la obra cervantina y  y/o una biografía de Cervantes.

10/ Tanto la película de Amenábar como el ensayo de José Manuel Lucía Megías –“Cervantes íntimso. Amor y sexo en los Siglos de Oro (Plaza Janés) son consecuencia de una larga y noble reflexión personal, no son meras ocurrencias. Por supuesto, se puede discrepar de los resultados. Pero el desprecio no es discrepancia. El odio homófobo es delito.

11/ Saber que Cervantes escribió el Quijote no te convierte en erudito. No es aval para esgrimir qué hizo o no hizo el escritor.

12/La burla y el deseo de herir son sentimientos anticervantinos. No es que él nunca cayese en ellos, pero sí comprendió que había un comportamiento superior a los mismos, y esa es una de las lecciones maravillosas de la obra cervantina... y -muy especialmente- del Quijote. También, de la biografía del gran alcalaíno. En eso consiste el humor cervantino, el menos seguido en España y el más incomprendidos por los guardianes de las falsas esencias.

 

 

CAUTIVADOS POR EL CAUTIVO

13 de septiembre, 2025

Horas antes de ver El Cautivo, la nueva película de Amenábar, quedé con un amigo con el que he establecido un café mensual cervantino. Me comentó que dudaba de verla, pues había escuchado en la radio que en el filme Cervantes aparece enamorado de Lope de Vega. Menudo disparate, se dijo.  No creí que apareciese en la película, pero dado que Tarantino se tomó ciertas libertades con la muerte de Hitler, esperé a verla. Nada más salir del cine, le remití un mensaje: “Ve a verla, el disparatado flechazo es bulo”. Irá y estoy convencido de que le gustará mucho. También les recomiendo a ustedes que vayan: es extraordinaria. Lo de Lope habría sido solo un error divertido si no formara parte, por quienes lo han pergeñado, de un acoso y derribo homófobo, que nada tiene que ver con la legítima crítica cinematográfica o con la discrepancia entre cervantófilos, ni siquiera con haber oído campanadas y no saber dónde. Son burlas y patrañas que pretenden desprestigiar. Pero vayamos por partes. Dejemos por ahora  los a los “cautivos del mal”, con permiso del gran Vincente Minnelli.  

Qué gran película de Amenábar y qué cervantino su juego de narraciones superpuestas. Magistral en todos sus aspectos: actores en estado de gracia, una iluminación fascinante que te hace creíble las atmósferas del XVI - un patio argelino, un mercado impregnado de color y que huele a especias, el interior del palacio de Hasán Bazá, las penumbras de las celdas. La música es bellísima, compuesta por Amenábar.  Por favor, no llamemos a esto “bioepic”. Cine con mayúsculas, realizado con ambición artística, pero también de entretener al espectador sin entontecerlo. Cine del presente, sobre el pasado. Cómo se aprecia el sabio asesoramiento filológico y biográfico de José Manuel Lucía Megías, también merecedor de aplauso por su valiente ensayo “Cervantes íntimo. Amor y sexo en los Siglos de Oro” (Plaza y Janés), cuyas páginas dialogan con la película, aunque no coincidan en todos los planteamientos, pues se rigen por leyes diferentes. En lo que sí son coinciden es en los valores éticos que defienden, ambos autores desde una homosexualidad asumida con compromiso.

Toda película sobre un personaje real es necesariamente una síntesis, incluso cuando tiene gran metraje. Amenábar se ha centrado en una de las etapas más enigmáticas del alcalaíno: antes de convertirse en escritor, aunque ya contase oralmente historias: sus cinco años cautivo en Argel, a la espera de que pagasen su rescate. Y sí, en la película se establece una relación homosexual entre Cervantes y  Bazá. Aunque no está probada documentalmente sí hay indicios razonables de que pudo haberla. El director nos habla de una reacción emocional concreta a una situación concreta, una fascinación concreta entre dos hombres concretos.  Y de una elección final. Aquí es donde entra el derecho legítimo a la recreación. ¿O es que Ben-Hur, Napoleón, El Puente sobre el río Kwait o La gran evasión no son grandes recreaciones cinematográficas de hechos históricos?

 Una película debe contarnos aquello que necesita imagen, como la poesía es la plasmación de aquello que no puede ser expresado – no, al menos, del mismo modo-mediante la prosa.

Dos secuencias magistrales, y hay muchas: la lectura de El Lazarillo ante Bazá y la risa irreprimible de su lugarteniente; y el recorrido por las celdas para que los cautivos que quieran hacerlo hagan "renuncio".

Qué gran película del maestro Amenábar. En el siglo XXI, la hipotética relación entre Cervantes y Bazá no debía contarse solo mediante miradas, como Aschenbach miraba a Tadzio, en la bella Muerte en Venecia. Una mayor especificación no resta sutileza, cuando detrás de la cámara hay un gran artista. Amenábar lo es. El Cautivo es de cristal. No hay nada sexualmente escandaloso en lo que se nos muestra, salvó que usted sea de taquicardia heterosexual fácil, claro. 

 Pudo ocurrir tal como se nos cuenta en la película, o no. El cine debe recrear e ir más allá de la historia entendida como fechas y fichas.  Lo cierto es que Cervantes no fue condenado a muerte por sus cuatro intentos fallidos de fuga. ¿Por qué? ¿Solo por su valioso rescate en oro? ¿Solo por qué era un enlace en negociaciones diplomáticas secretas entre Argel y España? ¿Hubo algo más… íntimo? Sea como sea, Cervantes le echó redaños. Y. en efecto, donde la historiografía debe retirarse, por falta de documentos probatorios, la creatividad artística puede imaginar. ¿Acaso la guerra de Troya no fue tan real como inventada?

Es respetable que la película provoque discrepancias, incluso que no te guste su propuesta, también todos tenemos nuestra adaptación cinematográfica preferida del Quijote, pero hay logros objetivos y la película de Amenábar tiene muchos. Es un filme bello, valiente, conmovedor y valiente. Magistralmente dirigido e interpretado.  Además, atraerá lectores a nuestra obra literaria más universal, pero también a la biografía de su autor.

Y sí, resultan alarmantes los ataques homófobos  contra este excelente director “heroico y ejemplar”. Cuánto cautivo del mal, y sin haberla visto. Como sabiamente ironiza José Manuel Lucía: “Y qué si lo fue? ¿Y qué si no lo fue?”.  Vayan a verla. Quedarán -como yo- cautivados por El cautivo.

                                                                                                                                                             

                                                                                                                                                                      Eduardo Aguirre Romero

                

REFLEXIONES

10 septiembre de 2025

                                                                                             Ilustración, Jos Lada.

RISA CON TELARAÑAS

Eduardo Aguirre Romero

El humor cervantino supuso la superación de la risa de la superioridad, como tan bien han estudiado  Isabel Lozano-Renieblas y  Fernando Romo, en Salas Cervantinas. Aportó frescura, reflexión y compasión… pero no erradicó dicha risa de la superioridad; de hecho, admitámoslo, es la predominante. Alfonso Ussía, nieto del gran humorista Múñoz Seca, ha escrito en El Debate el artículo titulado “Cervantes, maricón”, que rebosa bilis; no digo que esta sea especia antihumorística, pero no es cervantina. La ternura humorística es compatible con la crítica, pero no con la mofa que solo busca herir y desprestigiar al atacado. Cervantes, maestro de la ironía, huyo de lo satírico tras tantearlo en Viaje del Parnaso; también prefirieron el humor compasivo Galdós, los hermanos Álvarez Quintero, Mihura o Mingote, entre otros.  Concluí la lectura del artículo de Ussía con un sentimiento de tristeza, y no porque acabase... sino porque quisiera no haberlo leído.         

Su texto es un homófobo ataque a la película El Cautivo, de Amenábar. Y, sobre todo, a este. Aún no ha sido estrenada, pero posiblemente Ussía ni la vea.  “ Se sinceraron, y Cervantes le confesó a Amenábar que de niño, le gustaba jugar a las muñecas”, escribe Por supuesto, el sexo admite -como casi todo- la chispa  cómica, pero en el articulista solo he encontrado la vieja risa de la superioridad -injustificada e injustificable-, en una de sus más obsoletas manifestaciones: la homofobia.  Eso sí, a juzgar por los comentarios, ha conseguido que sus lectores disfruten. Triste logro. Más adelante añade: (…) Amenábar no tenía lugar ni sitio en la pasión de don Miguel, y como le gusta a,mariconar todo lo que toca, le ha tocado el turno a Cervantes porque con Cela no se atrevió. No, no es “La Plasmatoria” (1935), la obra de teatro su abuelo que contenía un gran gag sobre la teoría de Marañón acerca de la homosexualidad -en el armario- de don Juan Tenorio. Escribe el ya octogenanario columnista: "(...) y que siga dedicándose a sus imbecilidades con nuestro dinero. Con el respeto que siempre exige escribir del novio de Cervantes”. ¿"Imbecilidades" una de las carreras más solidas de nuestros país, con prestigio internacional?

Un lector comenta: “En efecto, ya va siendo hora de limpiar un poco”.  Mejor no preguntarle a qué acepción del verbo limpiar se refiere. La discrepancia es legítima, pero esto es solo odio. Risa con telarañas. Qué ocaso mas penoso para un columnista.

 

He tenido ocasión de intercambiar esta mañana unas palabras con José Manuel Lucía, asesor de la película, y autor del excelente ensayo “Cervantes íntimo. Amor y sexo en los Siglos de Oro” (Plaza y Janes). Como académico, su visión es la de un investigador que se ciñe a lo probado: “no hay prueba alguna de la homosexualidad de Cervantes”, aunque él mismo es gay y está comprometido con la defensa de los derechos LGTBI, lo mismo que Amenábar ; pero también es un poeta que admite que la literatura y la narración fílmica se rigen por leyes más libres. No hay incoherencia alguna. Por cierto, el prestigioso director de cine no se ha inventado la hipótesis de un Cervantes homosexual o bisexual, que ya surgió como rumor insidioso en vida del autor y alcanzó nuevo auge en las décadas ochenta y noventa del pasado siglo, pero la utiliza para crear una historia creíble, liberada de la homofobia.  Cuánto se preocupan ahora por el buen nombre del alcalaíno quienes les trae al fresco todo lo referente a él.

Y sí, no hace falta ser un experto en comunicación para percibir que hay quienes están intentado enfrentar las visiones de Amenábar y la de Lucía, cuando no hay tal enfrentamiento. Al contrario.

Ambas, películas y ensayo, son obras independientes como tales pero en armonioso diálogo, reflejo de un pasado pero también  de un presente -el nuestro- en que ciertos logros cívicos-culturales provocan resentimiento.

En fin, ¿alguien se puede extrañar hoy que uno de los más bellos y compasivos cuentos de la literatura universal, El príncipe feliz, fuese escrito por un escritor bisexual, al que se demonizó hasta destruirlo? No más cárceles de Reading, ni siquiera para escribir bellas baladas.

La risa de la superioridad no vuelve, pues nunca se había ido. Pero nos corresponde a cada uno dictaminar con qué nos reímos, pues nos define.